Mi Historia: Lina Castillo
Crecí entre los fogones, mi padre tenía un catering y mi madre hacía bizcochos de boda. Desde niña mi vida ha girado en torno a la cocina. A medida que empecé a conocer otras culturas y destinos, mi visión cambió completamente. De pronto, quería gozar no solo el producto final, sino conocer de qué estaba hecho y qué aportaba a mi cuerpo. Así fue que llegué a Perú a estudiar alta cocina, y terminé dedicándome a la cocina basada en plantas, particularmente la cocina viva.
Durante ese viaje -que duró casi 3 años y medio-, pude realmente abrir los ojos y entender el impacto que tiene mi plato con lo que me rodea. Decidí que como cocinera, tomaría una postura responsable para con mis comensales. Así fue que llegué a trabajar en Raw Café Lima, y desde entonces mi vida cambió.
El interactuar sobre todo con alimentos no procesados y con frutos en su punto óptimo de maduración, me hizo entender aún más que la naturaleza brilla con luz propia, y yo debía respetar eso. Al poco tiempo regresar a Puerto Rico, comencé en mi último año de universidad a vender postres crudiveganos.
Así fue que surgió Poliniza, la marca de postres crudiveganos y talleres de cocina que lidero. Mi enfoque es un estilo de vida sano, respetando cada cuerpo y nuestro entorno. Una cocina limpia, dispuesta a nutrir cada célula de tu cuerpo.